Comenzando en Daeya, un pintoresco pueblo con vistas escénicas, los viajeros pueden disfrutar de una atmósfera serena ideal para la relajación. El viaje concluye en Suwon, conocido por su rica historia y la impresionante Fortaleza de Hwaseong. Esta ruta proporciona la mezcla perfecta de tranquilidad y exploración cultural, convirtiéndola en una experiencia obligada para quienes buscan conocer el corazón de Corea del Sur.