Gwangyang, conocida por sus impresionantes cerezos en flor y el puerto de Gwangyang, sirve como una puerta de entrada a experiencias culturales. Desde la estación de Gwangyang, el viaje en tren te lleva a Gunbuk, un tranquilo pueblo costero celebrado por sus playas escénicas y mariscos frescos. Al llegar a la estación de Gunbuk, los visitantes pueden explorar las tranquilas costas y disfrutar de la cocina local, lo que lo convierte en una escapada tranquila perfecta del ritmo de la ciudad.