La Estación de Tarragona, ubicada en la ciudad de Tarragona en Cataluña, sirve como un importante punto de conexión dentro de la red ferroviaria española. Inaugurada en 1865, la estación es un punto de tránsito clave para los viajeros que se desplazan a ciudades importantes como Barcelona, Valencia y Madrid. Acomoda trenes regionales y nacionales operados por Renfe, con conexiones a destinos que incluyen Reus, Lleida y Barcelona Sants. Notablemente, la cercanía de la estación al centro histórico de la ciudad realza su atractivo, permitiendo a los visitantes explorar las ruinas romanas de Tarragona y la famosa Catedral de Tarragona a menos de 2 kilómetros, aproximadamente 25 minutos a pie. La estación también está bien atendida por rutas de autobús locales que proporcionan acceso a atracciones cercanas. Para aquellos que tengan una escala, una visita al Anfiteatro Romano de Tarragona, ubicado a solo 2 kilómetros de distancia, toma alrededor de 30 minutos en transporte público.