Sivas, una ciudad histórica en el centro de Turquía, cuenta con monumentos como la Fortaleza de Sivas y la Gran Mezquita, que reflejan su rica historia. Al salir de Sivas, el viaje en tren te lleva a Salat, un pintoresco pueblo conocido por sus impresionantes paisajes y la serena belleza de su entorno rural. En Salat, los visitantes pueden disfrutar de la atmósfera tranquila y las tradiciones locales, lo que genera un perfecto contraste con el encanto histórico de Sivas.