Los trenes CRH de clase G están diseñados para el transporte de alta velocidad, alcanzando hasta 350 km/h. Esto los convierte en una de las formas más rápidas de recorrer largas distancias en China, reduciendo drásticamente el tiempo de viaje. Por ejemplo, un servicio de clase G entre Pekín y Shanghái suele tardar aproximadamente entre 4,5 y 5,5 horas, lo que hace que las excursiones de un día y las conexiones de negocios sean mucho más prácticas.